Pese a una inversión que superó los 500 millones de pesos, la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora, volvió a enfrentar fuertes inundaciones este octubre, principalmente en la Avenida Tecnológico, una de las arterias más transitadas y problemáticas del municipio.
El proyecto, promovido durante la administración del gobernador Alfonso Durazo Montaño, buscaba poner fin a los daños que año con año dejan las lluvias intensas en la zona, donde incluso se han registrado pérdidas humanas. Sin embargo, los recientes encharcamientos evidenciaron fallas en el sistema pluvial que debía resolver el problema.
La obra estuvo a cargo de una empresa sin historial de contratos previos en Sonora, pero con antecedentes de participación en proyectos urbanos de la Ciudad de México, entre ellos la remodelación del centro de Iztapalapa durante la gestión de Jesús Valencia, actual subsecretario de Bienestar y colaborador cercano del mandatario estatal. Esta coincidencia ha despertado cuestionamientos sobre el proceso de adjudicación y la supervisión técnica de la obra.
Con una extensión cercana a los tres kilómetros, la Avenida Tecnológico ha sido escenario recurrente de colapsos viales y daños materiales tras cada temporada de lluvias. La magnitud de la inversión contrasta con los resultados, pues el monto equivale a casi la mitad de los recursos destinados recientemente a proyectos de infraestructura en la capital del país, pese a su diferencia de escala poblacional.
El caso ha reavivado el debate sobre la eficiencia del gasto público y la transparencia en las contrataciones, en una ciudad que sigue esperando una solución definitiva a su problema histórico de inundaciones.










